Incorpora hábitos saludables y aumenta la esperanza de vida
Hoy te acercamos a un estudio que han realizado el grupo Japan Collaborate Cohort (JACC) Study de la Universidad de Osaka (Japón) para medir cómo impacta la modificación de las conductas en el estilo de vida y en la esperanza de vida a partir de la mediana edad.
Según recoge el estudio, adoptar cinco o más conductas de estilo de vida saludable aumentaba la esperanza de vida incluso en individuos de más de 80 años y, lo que es más importante, incluyendo a personas con enfermedades crónicas.
Sabemos que la esperanza de vida del individuo depende de factores sociales, como la situación socioeconómica, de factores políticos, como el acceso asistido a la asistencia sanitaria, y de factores relacionados con el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio.
Como punto de partida, el estudio utilizó una encuesta de referencia del estudio JACC, un gran proyecto de investigación de 49.021 individuos realizado entre 1988 y 1990 en 45 zonas de Japón.
Este estudio pretendía aumentar los conocimientos sobre los factores que contribuyen a la muerte por cáncer y enfermedades cardiovasculares. Así, trabajaron con variables como la dieta, el ejercicio físico, la ingesta de alcohol, el hábito de fumar, las horas de sueño y el índice de masa corporal. Para una mejor comprensión, se otorgaron puntos por cada comportamiento saludable y se evaluó el impacto de la modificación de estos comportamientos de estilo de vida en la proyección de vida.
El doctor Ryoto Sakaniwa, autor principal del estudio, asegura que «los resultados fueron muy claros. Un mayor número de conductas saludables modificadas se asoció directamente con una gran longevidad, tanto en hombres como en mujeres».
Los beneficios mayores se observaron en la reducción de la ingesta de alcohol, no fumar, perder peso y aumentar las horas de sueño. Todo ello se tradujo en 6 años más de vida para personas sanas de 40 años.
Lo sorprendente era que este beneficio se daba incluso entre los individuos mayores (80 años o más) y aquellos con una o más complicaciones, incluyendo cáncer, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y enfermedades renales, y en cada etapa de la vida a partir de la mediana edad.
«Se trata de un hallazgo especialmente importante, dado que la prevalencia de las enfermedades crónicas ha aumentado en todo el mundo y es una de las principales causas de muerte en las poblaciones de edad avanzada», afirma el profesor Hiroyasu Iso.
Este estudio resulta muy importante porque demuestra que si cambiamos nuestros hábitos por otros más saludables, a pesar de tener problemas de salud, aumenta la esperanza de vida, aunque tengamos una edad avanzada.
Si quieres saber qué hábitos saludables puedes incorporar a tu vida, no te pierdas este post.